En los últimos años ha habido un cambio visible en los conceptos de estética mamaria, principalmente en relación al volumen de los senos. Actualmente los senos grandes tienen mayor valor, razón por la cual las reducciones drásticas de volumen se han hecho menos frecuentes. Actualmente se persigue reducir el tamaño procurando conseguir una forma estéticamente aceptable, con una incisiones lo más reducidas posible y que puedan ser ocultas en el brasier y en el pliegue inframamario. Se busca adecuar los senos a las proporciones corporales de cada paciente, reposicionando tambien la areola y el pezón. La mamoplastia reductora mejora significativamente el nivel de vida de la paciente en relación con problemas de postura, dificultad para vestirse o practicar deportes y de la misma forma en la esfera emocional. Generalmente el procedimiento es realizado bajo anestesia general o anestesia local y sedación en casos seleccionados.
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