La blefaroplastia es la cirugía realizada para el tratamiento del exceso de piel o grasa en la región de los párpados. Puede realizarse sola o acompañada de otros procedimientos de rejuvenecimiento facial. Las incisiones siempre deben ser localizadas de manera que queden en los pliegues de la piel del parpado superior e inmediatamente debajo de las pestañas en el parpado inferior. En el párpado inferior es aconsejable la retirada de la grasa mediante la incisión transconjuntival, es decir, por dentro del ojo, para evitar lesionar el septo, que es la estructura que da forma al párpado inferior.
Este procedimiento puede ser realizado con anestesia local o anestesia local y sedación. La mayoría de los pacientes presentan inflamación y equimosis (morados) en los primeros días después de la cirugía con poco o ningún dolor. Otras alteraciones que afectan los párpados como ojeras, edema, alteraciones de la pigmentación, etc, no pueden tratarse mediante la blefaroplastia. Para esas alteraciones deben recomendarse otros tratamientos como laser, dermoabrasión, o medicamentos tópicos, según el caso.
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