miércoles, 14 de mayo de 2014

Rinoplastia

Hoy por hoy, existen técnicas mas sofisticadas que fueron desarrolladas para adecuar la forma de la nariz a las características individuales de la cara de cada paciente. El objetivo debe ser siempre la armonía facial, ya que la nariz está en el centro de la cara y representa una importante unidad estética del rostro. La cirugía nasal puede ser realizada a partir de los 16 a 18 años, dependiendo del desarrollo de las estructuras faciales y de las alteraciones que se deban tratar. Es posible reducir o aumentar el tamaño de la nariz, modificar la forma de la punta y del dorso, corregir secuelas de traumas, mejorar la respiración, disminuir el tamaño de los orificios nasales, mejorar el ángulo entre la nariz y el labio superior, y mejorar la forma de una nariz ya operada previamente. El objetivo siempre debe ser obtener una nariz estética y funcional, que se adapte a la cara y al origen racial del paciente.
La rinoplastia puede ser realizada por dos técnicas, la técnica abierta y la técnica cerrada. La llamada técnica abierta realiza un acceso a la nariz por dos incisiones internas y una pequeña incisión externa colocada en la porción más estrecha de la columela (región entre la punta de la nariz y el labio superior), y deja una cicatriz que si es bien realizada queda casi imperceptible. Este acceso ofrece mayor precisión en el tratamiento de algunas deformidades más complejas de la nariz que exigen una visión más completa de las diferentes estructuras. La técnica cerrada realiza incisiones internas sin presencia de cicatrices visibles. En muchos casos es necesario reforzar la estructura nasal con la colocación de injertos de cartílago extraidos del propio paciente. En esos casos puede usarse cartílago de la oreja o del septo nasal de acuerdo a su conveniencia. Siempre se debe usar la anestesia general en esta cirugía, por ser más segura y confortable, tanto para el paciente como para el cirujano.

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